Mi búsqueda IV: Intentando remontar

Al rato de estar en la habitación , llegó la ginecóloga P.I., me dijo que todo estaba bien, y que esperáramos un poco antes de intentarlo de nuevo.

Antes de que se fuera, la bombardeé a preguntas, sobre todo con lo relacionado al trabajo, me preocupaba que algo hubiera afectado al embarazo, comentamos lo de la anestesia inhalatoria, me dijo que el halotano era teratógeno, pero que no sabía si el isofluorano lo era, este último es el que se utiliza allí.

Me dió el alta y volvimos a casa, la vuelta a casa fue dura, salimos tres y volvimos dos, muy dura, un sentimiento de vacío, soledad, de ilusiones perdidas, no sé como explicarlo…

Pasamos la nochevieja con mi hermano que vino a cenar a casa, yo me quedé dormida supongo de la anestesia que aun tenía.

Volví al trabajo un par de días más tarde, muy pronto sí lo sé, pero necesitaba distraer mi mente, me lo tomé con relativa calma.

Fue duro volver, porque por aquel entonces varias clientas estaban embarazadas, y dolía, dolía mucho verlas.

Pasaron los días, poco a poco fui recuperándome físicamente, emocionalmente no levantaba cabeza, cuando al final de Enero me encontraba mejor, una noticia me sentó como un jarro de agua fría, la novia de mi jefe estaba embarazada, sentí odio, envidia, una mezcla de sentimientos que son difíciles de describir, y a la vez me sentía mal porque yo no soy así, quería alegrarme por ellos, pero no podía.

Después de leeros a muchas he visto que no soy la única en sentirme así, y en cierto modo me consuela.

Cuando me dio la noticia, dijo que por supuesto su novia, que a veces venía a ayudarnos a las cirugías, no iba a entrar en quirófano por si acaso, yo le comenté que papá y yo íbamos a empezar a buscar en cuanto pudiéramos y me dijo que bueno que ya veríamos cómo haríamos las cirugías, (aunque eso estaba por ver).

A principios de Febrero empecé a sentirme mal, me dolía mucho la zona del útero, especialmente el ovario derecho,es verdad que desde el legrado tenía molestias, sobre todo al hacer algún tipo de esfuerzo,  fui a mi doctora y no le dio importancia, al sentarme notaba algo que me presionaba y cada vez me dolía más, hasta el punto de no poder ponerme de pie. Así que nos fuimos a urgencias.

Me tocó el «simpatiquísimo» (léase con sarcasmo) doctor G., muy delicado el hombre vamos…

Me hizo una exploración que todavía me duele, y una eco, me diagnosticó un quiste en el ovario derecho de cuatro centímetros, que probablemente salió durante el embarazo y pasó desapercibido. Me deriva a consulta para que me hagan un seguimiento, pero antes me cogen una muestra de orina.

Esperamos como cuarenta y cinco minutos en la sala de espera a los resultados, y cuando estaban nos llama la enfermera con una sonrisa de oreja a oreja, (casualmente la misma que me atendió en planta cuando me hicieron el legrado), y entramos a la consulta, y nos tira (sí literalmente) el simpatiquísimo doctor G. el papel de los resultados en la mesa y nos dice:

-Usted lo que está es embarazada.

Papá y yo nos miramos incrédulos, habíamos tenido precaución porque sabíamos que teníamos que esperar…