¿Solo son importantes las primeras veces?

Esa primera vez que nuestro bebé hace algo nos emociona mucho, la primera vez que dice Ago, la primera vez que dice papá o mamá, las primeras carcajadas…vamos que se nos cae la baba.

Luego están las primeras veces que hacen algo con nosotros, como cuando lo llevamos a la playa y pisan la arena por primera vez, o cuando notan la lluvia …con estas también se nos cae la baba.

Pero, ¿que diferencia hay?

Las primeras veces descritas en primer lugar son algo normal en su desarrollo, nos indica que va creciendo, y las otras son las sensaciones nuevas que experimentan, y son estímulos que reciben del exterior. Tanto unas como otras son muy importantes para su desarrollo.

Las primeras veces son muy importantes tanto para ellos como para nosotros.

Cuando dicen sus primeras palabras, vamos viendo como se va desarrollando su lenguaje, y a veces nos sorprenden lo rápido que aprenden las palabras y lo bien que son capaces de comunicarse.

Cuando comienzan a dar pasitos y nos agarran de la mano para sentir seguridad, ahí vemos como poco a poco va comenzando su independencia, además de reconocer poco a poco a su yo como persona independiente de mamá.

¿Pero solo son importantes las primeras veces?, yo creo que no, creo que igual de importantes son las últimas veces.

¿Por qué? pues porque la mayoría marcan un antes y un después.

La primera vez que te agarra la mano para andar es porque se siente seguro así, pero en el momento que comienza a andar solito, ya no necesita ese contacto para estar seguro, es un paso muy grande hacia su independencia, o cuando de la noche a la mañana ya no quieres que le ayudes a vestirse.

O esa última vez que le cambias un pañal porque ya es capaz de controlar lo esfínteres, ese es una última vez muy importante, porque nos dice que nuestro bebé que ya no es tan bebé está madurando en muchos sentidos.

Por poner un ejemplo que me ha hecho recapacitar mucho sobre esto, A G. desde siempre le han dado miedo los típicos cacharritos de feria, cuando nos acercábamos solo quería que lo cogiera y se acurrucaba conmigo,el año pasado se montó en uno pero lo tuvimos que bajar, bien pues esta Semana Santa, en el parque del centro, pusieron unos cuantos, y dijo que quería montarse, le dije que bien, que si después cambiaba de opinión estaba bien, y no solo no cambió de opinión, sino que repitió en otro, entonces me dí cuenta del gran avance que había hecho mi hijo, no porque ya no le diera miedo los cacharritos, sino porque había encontrado la seguridad que necesitaba en el mismo, y creo que sobre todo fue porque sabía que mamá estaba ahí pasara lo que pasara.

Esas ultimas veces que te necesitan para algo es lo que marcan que ya son niños, unos de más edad y otros con menos, que con solo saber que estamos aquí para ellos para cuando lo necesiten, tienen la seguridad necesaria para hacer las cosas por ellos mismos.

Por eso creo que debemos estar también pendientes de esas últimas veces y tenerlas en cuenta  de igual forma que con las primeras, porque no se van a repetir, disfrutemos de todas las primeras y ultimas veces de nuestros niños, y que siempre les demos la seguridad de tenernos para cuando ellos nos necesiten.